Porque nuestro departamento de investigación periodística no descansa.
Porque a lo mejor influye el hecho de que esté compuesto por japoneses que quieren más el trabajo que los quirúrgicamente mejorados pectorales de sus esposas.
Porque todo gran hombre tiene atrás una gran mujer, todo gran éxito musical una gran historia y toda madre de Nacho Kliche una gran verga negra haciéndole compañía en la cama de dos plazas. Pero quedémonos con lo del éxito musical, mejor. Más adelante le dedicaremos un informe a la extraña pronunciación del señor Granger.
Coméntase que a principios de la década del 90, la señorita Nazarena Velez mantenía un tórrido romance con el otrora galán de clase media, devenido hoy en ídolo de la bailanta, Hernán Caire.
Dícese asimismo, que el amorío pasó de tórrido a violento, en dos patadas.
Angustiada por la vehemencia de su relación con Hernán, Vélez decide buscar refugio entre los rizos de una insipiente estrella de la música tropical argentina.
Es en ese momento que Daniel Agostini le promete el cielo, la luna, las estrellas y el amor eterno. Acto seguido le pide un minuto, saca una lapicera, y en una servilleta del carrito de panchos donde le declaraba su amor a Nazarena, compone un éxito.
Más adelante, Dani y Naza habrían de casarse, tener un hijo (o una hija, poco importa), tatuarse dos delfines en el cuello (sellando en ese acto de mal gusto, su amor para siempre) y separarse años después dando rienda suelta a los rumores, suposiciones y mentiras respecto a su hermosa (y siempre bien ponderada en nuestro sitio) relación.
El éxito de Nazarena, está ligado en parte a su relación con este dios de la trompeta. La mediatización de la figura pública de la blonda vedette, responde en cierto grado a haber sido la compañera de este Mesías del ritmo. Pero, ¿de dónde sale el éxito de Daniel? ¿Llegó a ser lo que es por su indiscutible talento musical únicamente? ¿Le alcanza con haber sido declarado por la revista Rolling Stone “el Charly García del pianito guitarra”, para ser la estrella que hoy es?
No.
El éxito de Agostini se consolida en el año 1994 con su disco “Boquita de caramelo”, dedicado claramente a su mujer, Nazarena.
Hasta aquí, el lector ávido de chusmerío y dato curioso podrá sentirse estafado y reclamar esa noticia bomba, que hasta ahora no ha sido dada a conocer. La hay, estése tranquilo que la hay.
¿Cuál fue el hit más recordado de ese disco? (tomamos en cuenta que todos fueron “hits”, pero hay uno que superó ampliamente las barreras de lo musicalmente hermoso).
Eso es: LA VENTANITA.
Pero, ¿de dónde consigue Daniel la inspiración para componer tan perfecto tema?, o mejor aún: ¿Fue Daniel Agostini el verdadero compositor de tan recordado himno?
No.
Intentando llegar a las marquesinas de la Calle Corrientes, Nazarena se dio cuenta que con tener buenas tetas y buen culo no alcanzaba (en aquella época al menos no) y decidió hacer (con las confesiones que anotaba en su diario íntimo en la época en que aún estaba en pareja con Caire) canciones.
Cuando las hubo terminado, se las enseñó a su talentosa nueva pareja para que aprobara los temas, creyendo poder así presentarse ante el productor Gerardo Sofovich, como una chica que no solamente se destacaba por su hermosura, sino que también contaba con dotes musicales.
Daniel le dijo: “Esto es una poronga, Naza”. Ella le miró la entrepierna, asintió con la cabeza y 15 segundos más tarde se percató que con “poronga” lo que Daniel estaba haciendo era adjetivar sus temas musicales.
Era verdad, sus temas apestaban, pero sirvieron de base para las posteriores incursiones de Daniel en los top 3 de los charts.
Como este sitio no se casa con nadie (a menos que la página oficial de Celeste Cid venga medio desnudita y nos pida contraer matrimonio, ahí cambia la cosa), publicaremos a continuación las palabras escritas en la página 38 del diario íntimo de Nazarena Velez, lugar del cual se supone Daniel ROBÓ varias estrofas para su mayor éxito musical.
A continuación: La Fajadita, por Nazarena Velez ®.
Desde que me pegaste,
Uso bufanda pa’ esconder el machucón
Desde que me fajaste,
Descubrí que era verso lo del toallón
Desde que me golpeaste,
Tengo más marcas que tatuajes Ricky Fort
Desde que me apaleaste,
Tomo baños, de inmersión en hiodofón
La geta hecha pedazos
Me arrancaste una muela
Me fracturaste el naso
Tu violencia no frena
Tengo esguince en un brazo
Me clavaste una espuela
Estoy más haraposa
Que un pabellón de Escuela
Era tan lindo tener tu cariño
Quiero dejar de hacer siempre este guiño
Va a salirnos deforme este crío
Si me seguís dando palos en frío
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Creo que el que la fajaba era el Caire que, según una nota en la rolin, le metió un caño (revólver) en la concha.
ResponderEliminarCapaz que el agos también la trompeaba.
Bueno, quizás todos sus novios le pegaban.
Yo le pegaría.
ADENOZ : o no ando muy claro pa' escribir, o no andas entendiendo un joraca. Si, era Caire el golpeador, por eso aclaro que el texto fue sacado de las notas que escribía estando con Hernán
ResponderEliminar"...decidió hacer (con las confesiones que anotaba en su diario íntimo en la época en que aún estaba en pareja con Caire) canciones..."
Mirá, loco, no hablo de mi vida privada.
ResponderEliminarPero, post larguito, vio?
P.D.: Como me jode lo de verificación de palabra
Pero pará... esta gente sabe escribir????!!!
ResponderEliminarDudo que tengas XL en maria cher por lo eneral los talles son ultra pequeños ni hablar el talle S es como que sea para un bulimica!
ResponderEliminarpero bueno hay de todo hay que fijarce
besoooooo
jaja no te voy a mentir!
ResponderEliminarme causo mucho mucho ver profesión : ama de casa jajajajaja sin ofender :D
Mirá vos cómo era el asunto. Ah pero Ricardo Fort ya era conocido en esa época?? O falló el flashback.
ResponderEliminarSalú, no cambiés nunca (para mal).
Celeste Cid???? (naaaaah!!!!)
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JAJAJAJAJJAJAJA la cancion me mato.
ResponderEliminarYo bailé La Ventanita en un acto del Jardín de Infantes y me enamoré del chico que hizo de Daniel Agostini. Debe ser música en serio si la enseñaban en la escuela.
ResponderEliminarA no desestimar el pancho afrodisíaco de la ¿costanera?... sobre todo si no tiene papeles de habilitación.
ResponderEliminar"El Charly garcía del pianito guitarra" ¿¿¿!!!
jajajaja! Memorí!
Un besito!
nazarena ya no siente los golpes de tanta goma que le recubre el cuerpo... creo que se ha hecho cirugías para que no le vuelva a pasar... no es ninguna boba la mujer...
ResponderEliminarHagamos una vaquita para comprarle una neurona a Nazarenaaaaaa!!!!
ResponderEliminarLo de Agostini fue un Hit, del mismo estilo que los de la época (que prefieron no recordar jaja) ...
Bueno me voy por donde vine
Besos!
Mmm sospecho que el dispositivo de la contraseña en el comentario es para mantener alejados a los susodichos...
ResponderEliminarYo también le pegaría, definitivamente!
ResponderEliminarComo no podía ser de otra manera... brillante Sr. Moustache!
ResponderEliminarEn cuanto al engendro producto de la unión Agostini, Vélez, fue un niño llamado, como usted, Gonzalo. El tema, genial!
Me voy yendo, saludetes varios para usted.
Cuidese... Y ese meñique?
Ado.
P.D: Me extraña, araña... Yo Leí Este Libro en Adolescente-Soy http://adolescente-soy.blogspot.com/2009/11/entusiasmadisima.html