martes, 27 de enero de 2009

A lo María Elena Walsh

* Mi peluquero personal es calvo
* Mi terapeuta está deprimido
* Mi jefe juega al buscaminas y pone cara de “ofuscado” mirando una vieja planilla de Excel cuando me ve llegar
* Mi carnicero preferido es vegano
* Mi héroe de la infancia es puto
* Mi masajista está contracturado
* El portero de mi edificio vive en carpa
* Mi mejor amante es frígida
* Mi mejor polvo es corto
* Mi pierna derecha es siniestra
* Mi pierna izquierda también es siniestra
* Mi panadero es celíaco
* Mi fonoaudiólogo es gangoso
* Mi mejor amigo habla mal de mí
* Mi peor enemigo en el fondo me quiere
* Mi verdulero está del tomate
* Mi chica ideal no me quiere
* Mi chica de humo es un temaso del Teto Medina

viernes, 23 de enero de 2009

ZITARROSA MAMÓN (titulo llamador que nada tiene que ver con lo que leerá debajo. Ahora que sabe que es una farsa, si sigue leyendo, el mamón es usted)

¿Entonces este derroche de ósculos fue en vano?
Claro, cómo vos no tenes problemas en las glándulas salivales, no te importa lo que le pase a los demás, ¿no?
¿Te crees que no me gusta chuponear? ¡Claro que sí! Pero lo tengo prohibido estrictamente por mi endocrinólogo.
De todos modos, y para dejarte contenta, apretamos como veinte minutos en aquel baile. Y encima, para que mi demostración de amor fuera completa e hidalga, lo hicimos en la pista de rock. Qué asco! Todos peludos, estrellando sus cuerpos unos contra otros como si de autitos chocadores se tratara. ¿Y la música? Ni una trompeta, ni un pianito guitarra. Nada. Puro sonido estridente y loud, so freaking loud (ahí tenes otra razón para enamorarte de mí. Salvé casi todos los exámenes de inglés en el liceo)
Pero vos hacé lo que quieras, no te sientas presionada. Si querés mantené la decisión de dejarme.
Total, la cardiopatía crónica esa que dicen los médicos que me puede matar si recibo un disgusto grande, no es para preocuparse tanto.
Hablame. Tecleá dale! (Te diría llamame, pero sos sordomuda. ¿Ves que yo no me olvido de tus problemas?)
Para! Ahora que lo pienso bien… ¡además de sordomuda sos una hija de puta! Si no escuchás un soto, ¿para qué me hiciste ir a la pista de rock?

jueves, 22 de enero de 2009

SOY UN SNOB - Versión libre ( y trompetera) de "Soy un capón" ® by Cuarteto de Nos

Para una experiencia extrasensorial de disfrute pleno, el autor de este sitio - que no soy yo, ya que soy un simple empleaducho sin formación académica y solo sirvo para tipear las maravillas que este as de la literatura posmoderna me dicta y me obliga a transcribir textualmente - recomienda leer la letra, mientras suena el tema original de fondo, y (de ser posible) cantar a viva voz.
Ahora si, con ustedes: SOY UN SNOB - Versión libre y trompetera de "Soy un capón"


Demasiado me gustaba Galería,
A la moda siempre tengo que estar yo
Ahora todo el mundo lee Bla y V12
Yo las compro porque soy tremendo snob

Fui corriendo a chusmetear Zona Diseño
Dicen que llegó la nueva colección
Decoré mi casa re minimalista
Y me aplauden mis amigos de ocasión

Tonce' un día antes que me lo dijeran
Puse anchoas en mi rica muzzarela
Desde entonces no me importa que dirán los demás
Es mentira, saben que yo actúo igual

(Y ahora)
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog

Y ahora ando por la calle todo el día
No me importa que haya mucho o poco sol
Pues a todos los rayos ultravioletas
Los bloqueo con mi gorra Loui Vuitton

Ahora veo que la vida es otra cosa que andar
Viendo Intrusos, Showmatch o Supersport
Porque un amigo que hoy vuelve de Miami
Me trae todos los capítulos de Lost

(Porque ahora)
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog

A ver ese piano! (del siglo XVIII en lo posible)

Porque un día antes que me lo dijeran
En VIA AQUA me saqué una cuponera!
Ir a Hering o ir a Magma claro que no es igual
Si paseas por Arocena lo notás

(Porque ahora)
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog
Soy un snob, Soy un snob
Pues me gusta la Bamboocha y tengo Flog

Y canto así:

I am too exclusive, to be in the mainstream
You just don’t look like me.
Cause if you’re poor, you have no money
I won’t accept your beer

martes, 20 de enero de 2009

La odisea de ser 200cc más feliz (cada 15 minutos)

Si sigo así, voy a tener que pagarle horas extra a mis riñones. Menos mal que son dos, y bastante sumisos. No te hacen relajo por cualquier bobada (a diferencia de los glóbulos blancos. Esos sí. Dos por tres se me ponen gremialistas y me hacen unos paros que “¡mamita!” Me río de Juan Castillo).
Ellos saben que mi relación con los líquidos es enfermiza y que, cual drogodependiente, no puedo dejar de consumirlos. Por eso me comprenden y no se me rebelan
Sí, soy un negrero, lo sé. Pero esto es una PYMES orgánica, de la cual soy el dueño. ¿Con quién se van a ir a quejar, eh? ¿Qué es lo que van a hacer al respecto? ¿Quién es la Mabel Lolo de los organismos vitales?
No intentan auto eliminarse. Saben que morirme no es algo que me aterre. Por el contrario, es uno de mis planes a mediano plazo. No, tontos. Nada de suicidio. Mera decantación.
Esta vida de excesos (de todo tipo, menos sexuales) me va a llevar al encuentro de la huesuda en 15 – 20 años a reventar.

Ni siquiera una actitud altruista justificaría el deceso voluntario de mis riñones, ya que no me registré como donante de órganos. Así que, de querer dejar de funcionar por mera voluntad (cosa que me haría fallecer al instante), moriría también, el resto de sus colegas. O sea que ningún órgano de mi cuerpo seguirá en pié, por lo anteriormente dicho.
¿Mezquino? ¿Autoritario? ¿Déspota? ¿Sorete de colección? Que feo eso que están diciendo… marche otro ‘vermusito’.

Así que, muchachos: ¡A trabajar! Que ya pasaron diez minutos, por lo cual en cinco vueltas más del segundero, abriré la bragueta de mi nuevo pantalón, miraré con desdén ese diminuto aparato pocas veces presentado en sociedad y me dispondré a ser 200cc más feliz.

domingo, 18 de enero de 2009

Soy un tipo desprendido

La gente tiene razón. Menos mal que se terminó el 2008.
Todos pedimos a gritos: “dos-mil-nue-ve!” (y separado en sílabas para que vean que no somos ningunos analfabetos).

Año nuevo, vida nueva.

¿Y qué mejor forma de arrancar, justamente una “vida nueva”, que dejando todo atrás?
Atrás de la mampara del taxi que me tomé anoche, en el que quedó mi bolso, con variopintas pertenencias.

Me rapo la cabeza, me pongo una ridícula túnica de seda (si, de seda. Porque soy monje, pero coqueto, ¿está mal?), y haciendo las veces de espiritualista pseudo buda new age, digo: “no importa, sólo son pérdidas materiales”.

¿Consuelo de tontos? Pues por supuesto, mi querido! Estamos en verano, ¿qué esperabas? ¿Una justificación racional y concienzuda?

Con pretendida felicidad, notoriamente forzada; sonrío y exclamo (entre dientes, para que se vea las maravillas que la Kolinos Herbal puede hacer): “¡Bienvenido dos mil nueve! ¡La puta que te parió!... La radio está buenísima, no cambien nunca”

Ningún ningún

Dale, vení a jugar a la pelota conmigo. Si no te cuesta nada. Además vos te divertías pila haciéndolo. ¿Te acordás?
Si, ya sé que ahora tenés 22 años y ya no está entre tus prioridades mostrarle al tío cómo haces un golazo de cabeza contra el ángulo; pero es que eran tan lindas esas épocas.
¿Qué? ¿Que tengo 3 años más que vos nomás, y que esa admiración que sentías cuando niño, desapareció al darte cuenta que soy un frac… un “fracasado” -lo dijiste, sí, lo dijiste pendejo hijo de una gran puta!- que vive una eterna adolescencia, que nunca la puso y que no sirve ni para avisar quién viene?
Ahh, bueno. Ta… Si es así, no vengas nada. Juego solo contra la pared.
Total... ni tan buen remate de tres dedos tenías.

sábado, 17 de enero de 2009

Me calienta el olor a bronceador

Listo, lo dije.
Podrán llamarme alzado, degenerado, fetichista o loquito de la guerra… y estarán en lo cierto.
Me excito, me enciendo, me pongo como loco cuando mis narinas reconocen el aroma de cualquier protector solar. No me da (mucha) vergüenza decirlo. O sea, convengamos que no es de las cosas que gritaría a los cuatro vientos. En una entrevista de trabajo no hincharía mi pecho y orgulloso emitiría la sincera frase que titula este petit relato. Pero dada mi condición de “individuo con gustos antagónicamente disímiles a los del común de la población”, esto es una mancha más en mi (ya de por sí ajado) currículo no laboral, al que algunos llaman “vida”.
Ay gonza – dijo mi terapeuta – no te sientas mal. Lo que sucede es que ese aroma te retrotrae a momentos agradables que has vivido en la playa.
- Pero, Jorge. Yo nunca garché en verano.
- Ta, hiciste añicos mi teoría. Sin duda entonces, vos estás muy loquito.

viernes, 16 de enero de 2009

Una de Ray Charles

“Sabrá tu novio que escuchamos Megadeth…”
Cantándote eso al oído, te seduje. Fue fácil, no fuiste una presa que se resistiera a ser cazada. Recitarte esos versos o eructarte el abecedario hubiese surtido el mismo efecto. Ojo! No te estoy diciendo “turra”, solo que la atracción que sentías por mí, te cegó y no te permitió ver mi costado mediocre (que es el izquierdo), ni mi costado cerdo (que es el diestro).
Me miraste de frente, no te diste cuenta que a los lados había podredumbre. A mi no me importó.
Soy bueno, pero no soy altruista, ni pelotudo. No iba a voltear para que conocieras mis defectos. Ni te iba a voltear (esa noche) porque llevaba sleep.
Y así seguimos por la vida, tomados de la mano, enfrentados, mirándonos a los ojos, manteniendo siempre esa constante e invariable distancia. Distancia que me aseguraba que jamás conocerías mis falencias, mis defectos; esos que se escondían “en los costados”.
Con las manos unidas, en esa “rueda, rueda, de pan y canela” que creí eterna, me sentía seguro. Pero vos, decidiste cortar ese lazo. Nunca voy a saber el por qué ¿La mirada perpendicular y constante que solo te enseñaba el paisaje de mi cara se habría convertido en una insoportable rutina? ¿Acaso el asquito que te provocaban los hongos generados por litros y litros de sudor entre nuestras manos antes jamás separadas, era más fuerte que nuestro amor?
Contestame. Decime algo. Sé hombre por una vez en tu vida. No, no me mires así. No lo digo literalmente. Pará, pará! ¿Qué hacés? ¿A dónde vas? Volvé. Volvé acá, hija de puta. Acabo de abrir el corazón. Evacué sentimientos alojados en la aorta, como si de un cateterismo emocional se tratase y te vas así como así.
Dame una chance. Volvé. Bajá ese dedo. Bajalo. Hacelo descender tanto como ha descendido mi orgullo en estas líneas. Mirame. Mirame arrastrarme como una babosa en celo ¿No te importa? ¿Tan fría sos? Anda a la puta que te parió.
No, no lo digo en serio. Terminar un relato con una puteada sería muy barato, y me colocaría a la altura de los sketches que terminan en una pelea general porque el guionista se aburrió y no tenía ganas de pensarla un rato más.
Hey, hola… ¿Dónde estás?...¿Te fuiste?
Siempre haces lo mismo.
Al fin y al cabo, no se que me gusta de vos.

Cualquier cosa menos "Bienvenidos"

Ta, es hora de superarlo. Y pagar horas y horas de terapia no es una alternativa viable para mi bolsillo (ni para mi ego).
Si yo puedo resolver las cosas solito. No necesito ayuda de nadie. Al fin y al cabo, ¿quién estuvo ahí cuando necesité una enfermera para frenar la hemorragia nasal que poco a poco (o mucho a mucho, no recuerdo pues perdí el conocimiento por la obscena pérdida de sangre) teñía mi túnica de rojo? ¿Alguien me ayudó a cruzar la calle en los meses posteriores a la fractura de tibia y peroné que me mantuvo fuera de las canchas (y de la vida social) por seis meses? ¿Cuándo fue la última vez que un ciudadano cualquiera me diera una moneda de diez pesos tras escuchar mi monótono versito en el 468?
No se solidaricen. No sientan lástima. No me tengan pena. Ténganme miedo!
Ahora van a conocer al verdadero sicótico que llevo adentro…
Muy pronto, Pasión de Carnaval.