domingo, 18 de enero de 2009

Ningún ningún

Dale, vení a jugar a la pelota conmigo. Si no te cuesta nada. Además vos te divertías pila haciéndolo. ¿Te acordás?
Si, ya sé que ahora tenés 22 años y ya no está entre tus prioridades mostrarle al tío cómo haces un golazo de cabeza contra el ángulo; pero es que eran tan lindas esas épocas.
¿Qué? ¿Que tengo 3 años más que vos nomás, y que esa admiración que sentías cuando niño, desapareció al darte cuenta que soy un frac… un “fracasado” -lo dijiste, sí, lo dijiste pendejo hijo de una gran puta!- que vive una eterna adolescencia, que nunca la puso y que no sirve ni para avisar quién viene?
Ahh, bueno. Ta… Si es así, no vengas nada. Juego solo contra la pared.
Total... ni tan buen remate de tres dedos tenías.

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