Ta, es hora de superarlo. Y pagar horas y horas de terapia no es una alternativa viable para mi bolsillo (ni para mi ego).
Si yo puedo resolver las cosas solito. No necesito ayuda de nadie. Al fin y al cabo, ¿quién estuvo ahí cuando necesité una enfermera para frenar la hemorragia nasal que poco a poco (o mucho a mucho, no recuerdo pues perdí el conocimiento por la obscena pérdida de sangre) teñía mi túnica de rojo? ¿Alguien me ayudó a cruzar la calle en los meses posteriores a la fractura de tibia y peroné que me mantuvo fuera de las canchas (y de la vida social) por seis meses? ¿Cuándo fue la última vez que un ciudadano cualquiera me diera una moneda de diez pesos tras escuchar mi monótono versito en el 468?
No se solidaricen. No sientan lástima. No me tengan pena. Ténganme miedo!
Ahora van a conocer al verdadero sicótico que llevo adentro…
Muy pronto, Pasión de Carnaval.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
qué hacés basura de ser humano!
ResponderEliminardebí asegurarme de enterrarte más abajo todavía
muy poco afectuoso saludo
la próxima vez no fallaré
ahhhh si!
ResponderEliminaresto es vida!
es la mejor forma de recibirme en este pseudo mundillo otra vez.
te diría que te amo, pero ya no miento tanto
jajajaj
ResponderEliminarraro!
cra del humor!
exitos!
Me copo mucho tu blog!!!no me puedo hacer seguidora xq no entiendo como hacerlo jajajaja..bno nene mucha suerte con este talentoso blog!!*DAIA*
ResponderEliminar